En los últimos días, fueron publicadas varios artículos sobre la nueva generación de teléfonos Blackberry. Desiree Jaimovich, periodista de Infobae mostró detalles sobre el nuevo modelo presentado en la Convención CES de Las Vegas. Aún no se conoce su nombre pero sí se sabe que tendrá teclado como se puede ver en esta foto.

Esta noticia me hizo recordar lo que sucedió cuando Blackberry aún sostenía su batalla para mantenerse en el mercado, hace años atrás. Ese hecho muestra que muchas crisis son auto-provocadas. Pasó algo extraño. Alguien del equipo de comunicaciones de Blackberry hizo un tweet y, seguramente sin saberlo, quedó registrado que lo hizo con un iPhone.

¿Es posible que suceda algo así? No debería ser posible, pero sucedió. Posiblemente no se cumplieron las normas establecidas donde los tweets deben ser realizados desde un teléfono de la compañía que, sin dudarlo, deberían ser BlackBerrys.

La situación fue detectada por el político canadiense Norm Kelly quien en su cuenta de Twitter indicó: Did this really just happen? Tweeting from the official BlackBerry account with an iPhone?

La sorpresa del político luego se convirtió en un tema de conversación en las redes sociales.

Además de la “particularidad” del caso, esto sucedió en plena campaña donde BlackBerry ofrecía 550 dólares a aquellas personas que migraran de un iPhone al modelo BlackBerry Passport, el nuevo equipo lanzado en ese momento por la compañía.

Más allá del error y el no cumplimiento de ciertas normas, que una compañía de esa envergadura debe tener, queda claro que hay algo que es tan o más importante que las normas: El equipo de profesionales de una organización deberían ser los primeros fanáticos de nuestra marca. Engagement puro que empieza por casa. Si existiera, este caso no hubiese pasado.